martes, 28 de mayo de 2019

EL RINCÓN DE LECTURA

RINCÓN DE LECTURA:
La literatura infantil cumple un rol muy importante en el desarrollo de los niños y niñas ya que contribuirá al desarrollo social, emocional y cognitivo del niño.
Desde pequeños, tanto los maestros cómo los padres, deberían inculcar en los niños y niñas el hábito de la lectura.
Los niños que practican la lectura a temprana edad, se irán familiarizando mucho más con el vocabulario, la escritura… mejorarán la pronunciación de las palabras y su comunicación y expresividad serán más fluidas.
Por todo ello, podemos considerar importante el crear espacios que propicien esta actividad.
Crear un rincón de lectura puede ser más fácil de lo que parece.
Para almacenar los libros (que son el elemento principal para estos rincones) hay muchas opciones: cajas, cestas, estanterias, etc. El fin de esta “actividad” sería lograr que los niños vean los rincones de lectura, los libros y la lectura en general como algo divertido, como un juguete más.
Para está actividad nos hemos basado en un aula de infantil de segundo ciclo que observé en el periodo de prácticas
La distribución del aula era la siguiente:

En este aula me llamó la atención porque no había un rincón de lectura como tal, había estanterías con distintos juegos (puzzles, construcciones, sus cuadernos de fichas…) pero no había un lugar en el aula en el que tuviesen acceso a cuentos y donde pudieran leerlos. Un lugar específico para hacer esto quiero decir.
SIn embargo la profesora tenía una caja de cartón encima de una de las estanterías (por lo que no estaba a la altura de los niños ni mucho menos) con distintos cuentos y los viernes antes de que se fueran a casa, repartíamos los cuentos por el suelo siguiendo el borde del espacio de asamblea. Los niños iban por grupos y elegían un cuento para llevarse a casa durante el fin de semana para que sus padres se los leyeran.
Nuestra propuesta para el rincón de lectura, como hemos visto a lo largo de este curso es un área dentro del aula donde los niños puedan disfrutar de la lectura. Donde los niños tengan fácil acceso a los cuentos y así puedan disfrutar de ellos.
Basándonos en el aula de infantil que se muestra anteriormente y teniendo en cuenta no hay mucho espacio libre hemos pensado que el rincón de lectura podría estar en el espacio de la asamblea. La estantería que está pegada a la asamblea tenía mucho espacio desaprovechado por lo que creo que se podría amortizar más ese mueble para poner los libros 


En este caso, nuestra idea (basándonos en el aula previamente mencionada), es la utilización del espacio y materiales, de forma realista, para la realización de un rincón de lectura “mejorado” y en el que los niños y niñas puedan disfrutar.
Los libros estarían en cajas o cestas. Preferiblemente de madera, de tela o de cartón mejor que de plástico. La utilización de cajas y/o cestas nos permite jugar con la distribución ya que pueden estar sobre estantes, sobre el suelo (más accesibles para los niños), bajo otros muebles (aprovechando así el espacio) o colgadas en las paredes cómo estantes.
Lo principal a tener en cuenta será que estos recursos sean seguros y no estén fuera del alcance de los niños de manera que, por ejemplo, tratando de alcanzar un libro, la estructura se le venga encima. Si las cestas o cajas están colgadas, deberán estar a una altura en la que los niños puedan alcanzarlas sin riesgos, haciéndolas así también accesibles, potenciando así la autonomía al permitirles poder coger un libro por sí mismo cuando quiera.




Estos muebles que acabamos de adjuntar son para que tengáis una referencia  de la estantería que teníamos en el aula. La idea sería emplear estos muebles, que tienen mucho espacio entra una estantería y otra para poner cajas en las que meter los libros

lunes, 13 de mayo de 2019

LECTURA DE UN LIBRO

¡Buenas tardes!
A lo largo del tercer bloque hemos visto y aprendido las distintas técnicas para transmitir la literatura a los niños. Estas técnicas son la lectura, que consiste en leer el cuento tal cual está escrito aunque interpretándolo, ya que resulta más llamativo y capta la atención de los niños. También podemos encontrar la narración con libro que consiste en interpretar la historia del cuento pero con las palabras del que lo narra y apoyándose mucho en las ilustraciones del propio cuento. Por último está la acción del cuenta-cuentos que sirve para la transmisión de textos folclóricos ya que, como vimos en el bloque anterior, se transmitían de manera oral únicamente

Para esta actividad, todo el grupo de 2º de Educación Infantil del CEU La Salle nos reunimos en el salón de actos, cada uno con una historia distinta. Nos habíamos organizado en grupos de tres, de manera que cada uno tenía una técnica para la transmisión de nuestros cuentos. 
La técnica que iba a emplear yo era la de Lectura y en mi grupo estaban Bea Fora (cuenta-cuentos) y Alex (narración con libro). La actividad consistía en contar tu cuento a los otros dos miembros de tu grupo y recibir feedback. Una vez habíamos terminado de contar nuestro cuento los tres, rotábamos con otros grupos que tuvieran técnicas distintas.
El cuento que elegí para esta actividad fue el de ¿No duermes, Osito? que elegí también para mi primera actividad. Es verdad que es un cuento un poco largo para narrarlo con esta técnica y se puede hacer un poco pesado, más aún si es para niños de 5 años, pero me parece una historia muy bonita y por eso lo elegí. 

La primera vez que leí el libro, Alex y Bea me dijeron que tenía que ir más despacio. Estaba nerviosa y es verdad que no enfaticé lo suficiente las partes del diálogo (que eran muchas) y también me dijeron que es verdad que es una historia bonita y acorde a la edad de 5 años, pero que aun así se le puede hacer muy pesado a los niños si la técnica que se utiliza para este libro  es la de lectura en vez de la de narración con libro (con lo que estoy totalmente de acuerdo)


En la segunda lectura, mi grupo estaba compuesto por Nerea Encinas y Lourdes Bueno. Esta vez lo leí mas despacio, enfatizando mas en los diálogos pero para que no se hiciera tan largo, no interaccioné mucho con ellas. Me dijeron que es verdad que era un cuento bastante largo para lectura y que ellas también lo destinarían más a la narración con libro porque con tanto diálogo y siendo este tan parecido, con la misma estructura siempre prácticametne, los niños a lo mejor perderían el hilo

La tercera y última lectura se la hice a Sara Pérez y Cristina Méndez. Esta vez interpreté mejor los diálogos, hice alguna intervención para hacerlas participar y que así se les hiciera más ameno. Su Feedback fue muy parecido a los anteriores, un cuento demasiado largo para lectura, al ser  niños pequeños se desconcentran y además el cuento consta de unas imágenes muy detalladas de las que me podría ayudar para la narración. Respecto a la forma de contarlo les gustó que hubiera hecho pausas, haberlas hecho participar y distinguir en los diálogos quién hablaba en cada momento con el tono de voz.

martes, 7 de mayo de 2019

TEXTOS FOLCLÓRICOS


TEXTOS FOLCLÓRICOS

Esta segunda entrada va acerca de los textos folclóricos. El folclore hace referencia a diferentes aspectos de la cultura popular. 
Las tres características principales del folclore son 
  1. el anonimato 
  2. la oralidad, es decir, que se va transmitiendo de manera oral entre la gente durante generaciones 
  3. la multiplicidad de variantes 
Además, los cuentos que se transmiten de manera oral también tienen sus características, como por ejemplo que son de extensión más corta ya que es más fácil seguir el hilo de la historia que si por ejemplo fuesen frases largas. 

A continuación voy a exponer los tres cuentos que he elegido para esta actividad
LOS TRES CERDITOS

RESUMEN DEL CUENTO
tres hermanos cerditos vivían en el bosque y decidieron ponerse a construir sus casitas. De pequeño se todos comenzó a hacerla de paja porque así acabaría antes y podría irse a jugar, el mediano de madera, nada más acabar fue a jugar con su hermano pequeño y el mayor hizo su casa de ladrillo aunque fue la que más tardó. 
Cuando estaban jugando, apareció el lobo así que los dos pequeños corrieron a casa del mas pequeño de los tres hermanos, pero el lobo sopló y sopló hasta que la casa derrumbó. huyeron y fueron a la casa de madera del cerdito mediano   pero cuando el lobo llegó, sopló y sopló hasta que la casa derrumbó. una vez más corrieron y se refugiaron en casa del mayor. El lobo intentó derrumbarla como había hecho con las de sus hermanos pero no lo consiguió porque estaba hecha de ladrillo. el Lobo buscó otra forma de entrar en la casa para poder comerse a los cerditos y cuando fue a entrar por la chimenea, el hermano mayor puso una cazuela con agua hirviendo así que el lobo se quemó y salo huyendo. 


ELECCIÓN DEL CUENTO
He elegido este cuento porque era uno de mis favoritos cuando era pequeña ya que eran tres hermanos igual que en mi familia que también somos tres y me trae muy buenos recuerdos y creo que la mayoría de la gente conoce este cuento y es parte de nuestras vidas y nuestra infancia

EDAD A LA QUE VA DIRIGIDO
Este cuento me parece apropiado para niños de tres años ya que es muy sencillo de leer y entender y me parece que a la hora de leérselo a un niño es muy divertido 

EL LOBO Y LOS SIETE CABRITILLOS


RESUMEN DEL CUENTO:
Una cabra vivía con sus siete cabritillos y un día fue a buscar algo de comer, antes de irse habló con sus hijos y les dijo que si llamaba alguien con la voz muy ronca o las patas negras no abrieran la puerta porque era el lobo y se los comería. La mamá cabra se fue y al cabo de un rato llamaron a la puerta, al oír la voz ronca, los cabritillos supieron que era el lobo y no le abrieron la puerta. El lobo se fue y después de comer una docena de huevos crudos para aclararse la voz volvió a casa de los cabritillos. Al oír la voz dulce del lobo, los cabritillos le pidieron que les mostrara una pata para comprobar que era su madre, pero al ver la pata negra supieron que era el lobo y no le dejaron entrar, así que el lobo se volvió a ir, esta vez al molino. Ahí metió la pata en un saco de harina y volvió a casa de los cabritillos.
El lobo lo volvió a intentar y al oír la voz dulce y ver la pata blanca los cabritillos pensaron que era su madre y abrieron la puerta. Al ver al lobo salieron corriendo para esconderse, pero el lobo encontró a todos menos a uno, el más pequeño, que se había escondido dentro de la caja del reloj. Cuando la madre cabra llegó a casa y vio que no estaba ninguno de sus cabritillos, el pequeño salió de su escondite y le contó lo que había pasado.
La madre y el cabritillo más pequeño cogieron unas tijeras, aguja e hilo de coser y se fueron a por el lobo que estaba durmiendo después de haber comido tanto. La madre le abrió la tripa al lobo y salieron los seis cabritillos que se había tragado, luego le llenaron la tripa con rocas y la volvió a coser. Cuando el lobo se despertó, tenía mucha sed así que se fue al pozo, pero el peso de las rocas hizo que se cayera al río y se ahogó y la madre cabra se fue a casa con todos sus hijos

 ELECCIÓN DEL CUENTO
La razón por la que he elegido este cuento es porque, al igual que el otro, también me trae muchos recuerdos de mi niñez. Es un cuento que me contaron muchísimas veces y recuerdo lo mucho que me gustaba y cómo se muestra la figura de la madre cabra como la heroína de la historia me gusta muchísimo. 

LA CABRA MONTESINA



CUENTO:
Érase una vez una madre que tenía tres hijas. Estaban las cuatro cosiendo un día en la puerta de su casa cuando se les acabó el hilo. La madre le dijo a la hija mayor:
—Sube al desván y coge más hilo.
La hija subió las escaleras y en el desván se encontró a una cabra que había bajado del monte y que le dijo:
—Soy la cabra montesina que vive en Montepelao, si te pasas de la raya te comeré de un «bocao».
La muchacha no hizo caso a la cabra, se pasó de la raya y la cabra se la tragó de un bocado.
La madre, al ver que su hija no bajaba, le dijo a la mediana:
—Anda, sube a ver qué le pasa a tu hermana que no viene y baja tú el hilo.
Al llegar a lo alto de la escalera, la cabra le dijo a la hija mediana:
—Soy la cabra montesina que vive en Montepelao, si te pasas de la raya te comeré de un «bocao».
La hija mediana no hizo caso a la cabra, se pasó de la raya y la cabra se la tragó de un bocado.
La más pequeña de las hermanas, al ver que no volvían, le preguntó a su madre:
—Mamá, ¿quieres que suba yo a buscar el hilo?
—No, ya subiré yo y, de paso, veré qué es lo que les ocurre a tus hermanas.
Al subir la madre, la cabra le dijo:
—Soy la cabra montesina que vive en Montepelao, si te pasas de la raya te comeré de un «bocao».
La madre no hizo caso de la cabra, se pasó de la raya y la cabra se la tragó de un bocado.
La hija pequeña, al ver que no bajaban ni su madre, ni sus dos hermanas, se puso a llorar. Pasó por allí un soldado que al ver a la niña llorando le preguntó:
—¿Niña, por qué lloras?
—Mi madre y mis dos hermanas han subido al desván a buscar hilo y no han bajado, porque la cabra montesina se las ha tragado de un «bocao».
El soldado se rio, dijo que él lo arreglaría y subió al desván. En cuanto llegó arriba, la cabra lo amenazó:
—Soy la cabra montesina que vive en Montepelao, si te pasas de la raya te comeré de un «bocao».
El soldado se pasó de la raya y la cabra se lo comió de un bocado.
La niña se puso a llorar aún más fuerte, porque ya no sabía qué hacer para librarse de la cabra montesina. En esto, acertó a pasar por allí una hormiguita que le preguntó:
—¿Niña, por qué lloras?
La niña le contó a la hormiga lo que ocurría y la hormiga le dijo:
—No llores más, yo subiré a buscar a tu madre, a tus hermanas y al soldado.
—¿Tú? ¡¡Pero si eres demasiado pequeña!!
—Si lo hago, ¿qué me darás a cambio?
La niña le dijo:
—En el desván hay un saco de trigo que puedes quedarte entero si nos libras de la cabra montesina.
Pero la hormiguita contestó:
—¡No, no, un saco de trigo no! ¡Que no cabe tanto en mi costalito, ni muele tanto mi molinito!
La niña le dijo entonces
—Vale. Entonces te daré un puñado de trigo.
—¡No, no, un puñado de trigo no! ¡Que no cabe tanto en mi costalito, ni muele tanto mi molinito!
Al final, la niña le dijo:
—¿Quieres entonces solo un granito?
—¡Sí, sí, un granito sí! ¡Que cabe en mi costalito, y lo muele mi molinito!
Subió entonces la hormiga y escuchó que la cabra le decía:
—Soy la cabra montesina que vive en Montepelao, si te pasas de la raya te comeré de un «bocao».
La hormiga, que era muy valiente aunque fuera tan pequeña, pudo cruzar la raya sin ser vista, subió por la pata de la cabra y empezó a hacerle cosquillas. La cabra empezó a saltar y a reír hasta que, al final, reventó de la risa y pudieron salir de su barriga la hermana mayor, la hermana mediana, la madre y el soldado.
La hormiguita cogió su grano de trigo y se fue muy contenta a su hormiguero.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado
ELECCIÓN DEL CUENTO
Haciendo memoria para terminar esta actividad con otro cuento de mi niñez, me he acordado de este titulado La cabra montesina, o la cabra montesa como lo recuerdo yo. Creo que no es un cuento muy conocido pero el recuerdo que tengo yo de él es tan claro como si me lo hubiesen contado esta misma mañana, pero no, la primera vez que me lo contaron fue en el colegio cuando yo tenía apenas 4 años. Por eso me ha parecido un cuento muy apropiado, porque a mi me marcó y creo que puede marcar a muchos niños y hacer que se convierta en uno de sus cuentos favoritos.

CONCLUSIÓN
Esta actividad me ha hecho ver la dificultad a la hora de elegir un texto para un grupo de niños según su edad ya que son muchas las características que influyen para poder poder escogerlo correctamente

BIBLIOGRAFÍA
-        I. Labajo. Literatura Infantil