jueves, 20 de junio de 2019

ACTIVIDAD 2 - 2.0

TEXTOS FOLCLÓRICOS

En el bloque II nos hemos centrado en los textos folclóricos: aquellos textos populares que no tienen autor y que han ido pasando en boca en boca durante generaciones hasta el día de hoy.
Las características principales de los textos folclóricos son el anonimato, ya que no tenían ni autor ni origen determinado; la oralidad, se transmitían oralmente y aunque bien es cierto que gente como los hermanos Grimm o Andersen los han escrito, los textos folclóricos siempre deben contarse; por último la multiplicidad de variantes, esto quiere decir que al ser historias que se iban transmitiendo de manera oral, las versiones de las historias iban cambiando según pasaban de unas a otras.

Una variante de los textos folclóricos son los cuentos folclóricos, que van dirigidos a los niños y son más fáciles de entender. Las características de un cuento folclórico son la brevedad, el carácter lúdico y que sea ficción

A continuación voy a exponer los tres cuentos que he elegido para esta actividad
LOS TRES CERDITOS

RESUMEN DEL CUENTO
tres hermanos cerditos vivían en el bosque y decidieron ponerse a construir sus casitas. De pequeño se todos comenzó a hacerla de paja porque así acabaría antes y podría irse a jugar, el mediano de madera, nada más acabar fue a jugar con su hermano pequeño y el mayor hizo su casa de ladrillo aunque fue la que más tardó. 
Cuando estaban jugando, apareció el lobo así que los dos pequeños corrieron a casa del mas pequeño de los tres hermanos, pero el lobo sopló y sopló hasta que la casa derrumbó. huyeron y fueron a la casa de madera del cerdito mediano   pero cuando el lobo llegó, sopló y sopló hasta que la casa derrumbó. una vez más corrieron y se refugiaron en casa del mayor. El lobo intentó derrumbarla como había hecho con las de sus hermanos pero no lo consiguió porque estaba hecha de ladrillo. el Lobo buscó otra forma de entrar en la casa para poder comerse a los cerditos y cuando fue a entrar por la chimenea, el hermano mayor puso una cazuela con agua hirviendo así que el lobo se quemó y salo huyendo. 


ELECCIÓN DEL CUENTO
He elegido este cuento porque era uno de mis favoritos cuando era pequeña ya que eran tres hermanos igual que en mi familia que también somos tres y me trae muy buenos recuerdos y creo que la mayoría de la gente conoce este cuento y es parte de nuestras vidas y nuestra infancia

EDAD A LA QUE VA DIRIGIDO
Este cuento me parece apropiado para niños de tres años ya que es muy sencillo de leer y entender y me parece que a la hora de leérselo a un niño es muy divertido 


EL LOBO Y LOS SIETE CABRITILLOS


RESUMEN DEL CUENTO:
Una cabra vivía con sus siete cabritillos y un día fue a buscar algo de comer, antes de irse habló con sus hijos y les dijo que si llamaba alguien con la voz muy ronca o las patas negras no abrieran la puerta porque era el lobo y se los comería. La mamá cabra se fue y al cabo de un rato llamaron a la puerta, al oír la voz ronca, los cabritillos supieron que era el lobo y no le abrieron la puerta. El lobo se fue y después de comer una docena de huevos crudos para aclararse la voz volvió a casa de los cabritillos. Al oír la voz dulce del lobo, los cabritillos le pidieron que les mostrara una pata para comprobar que era su madre, pero al ver la pata negra supieron que era el lobo y no le dejaron entrar, así que el lobo se volvió a ir, esta vez al molino. Ahí metió la pata en un saco de harina y volvió a casa de los cabritillos.
El lobo lo volvió a intentar y al oír la voz dulce y ver la pata blanca los cabritillos pensaron que era su madre y abrieron la puerta. Al ver al lobo salieron corriendo para esconderse, pero el lobo encontró a todos menos a uno, el más pequeño, que se había escondido dentro de la caja del reloj. Cuando la madre cabra llegó a casa y vio que no estaba ninguno de sus cabritillos, el pequeño salió de su escondite y le contó lo que había pasado.
La madre y el cabritillo más pequeño cogieron unas tijeras, aguja e hilo de coser y se fueron a por el lobo que estaba durmiendo después de haber comido tanto. La madre le abrió la tripa al lobo y salieron los seis cabritillos que se había tragado, luego le llenaron la tripa con rocas y la volvió a coser. Cuando el lobo se despertó, tenía mucha sed así que se fue al pozo, pero el peso de las rocas hizo que se cayera al río y se ahogó y la madre cabra se fue a casa con todos sus hijos

 ELECCIÓN DEL CUENTO
La razón por la que he elegido este cuento es porque, al igual que el otro, también me trae muchos recuerdos de mi niñez. Es un cuento que me contaron muchísimas veces y recuerdo lo mucho que me gustaba y cómo se muestra la figura de la madre cabra como la heroína de la historia me gusta muchísimo. 

LA CABRA MONTESINA



CUENTO:
Érase una vez una madre que tenía tres hijas. Estaban las cuatro cosiendo un día en la puerta de su casa cuando se les acabó el hilo. La madre le dijo a la hija mayor:
—Sube al desván y coge más hilo.
La hija subió las escaleras y en el desván se encontró a una cabra que había bajado del monte y que le dijo:
—Soy la cabra montesina que vive en Montepelao, si te pasas de la raya te comeré de un «bocao».
La muchacha no hizo caso a la cabra, se pasó de la raya y la cabra se la tragó de un bocado.
La madre, al ver que su hija no bajaba, le dijo a la mediana:
—Anda, sube a ver qué le pasa a tu hermana que no viene y baja tú el hilo.
Al llegar a lo alto de la escalera, la cabra le dijo a la hija mediana:
—Soy la cabra montesina que vive en Montepelao, si te pasas de la raya te comeré de un «bocao».
La hija mediana no hizo caso a la cabra, se pasó de la raya y la cabra se la tragó de un bocado.
La más pequeña de las hermanas, al ver que no volvían, le preguntó a su madre:
—Mamá, ¿quieres que suba yo a buscar el hilo?
—No, ya subiré yo y, de paso, veré qué es lo que les ocurre a tus hermanas.
Al subir la madre, la cabra le dijo:
—Soy la cabra montesina que vive en Montepelao, si te pasas de la raya te comeré de un «bocao».
La madre no hizo caso de la cabra, se pasó de la raya y la cabra se la tragó de un bocado.
La hija pequeña, al ver que no bajaban ni su madre, ni sus dos hermanas, se puso a llorar. Pasó por allí un soldado que al ver a la niña llorando le preguntó:
—¿Niña, por qué lloras?
—Mi madre y mis dos hermanas han subido al desván a buscar hilo y no han bajado, porque la cabra montesina se las ha tragado de un «bocao».
El soldado se rio, dijo que él lo arreglaría y subió al desván. En cuanto llegó arriba, la cabra lo amenazó:
—Soy la cabra montesina que vive en Montepelao, si te pasas de la raya te comeré de un «bocao».
El soldado se pasó de la raya y la cabra se lo comió de un bocado.
La niña se puso a llorar aún más fuerte, porque ya no sabía qué hacer para librarse de la cabra montesina. En esto, acertó a pasar por allí una hormiguita que le preguntó:
—¿Niña, por qué lloras?
La niña le contó a la hormiga lo que ocurría y la hormiga le dijo:
—No llores más, yo subiré a buscar a tu madre, a tus hermanas y al soldado.
—¿Tú? ¡¡Pero si eres demasiado pequeña!!
—Si lo hago, ¿qué me darás a cambio?
La niña le dijo:
—En el desván hay un saco de trigo que puedes quedarte entero si nos libras de la cabra montesina.
Pero la hormiguita contestó:
—¡No, no, un saco de trigo no! ¡Que no cabe tanto en mi costalito, ni muele tanto mi molinito!
La niña le dijo entonces
—Vale. Entonces te daré un puñado de trigo.
—¡No, no, un puñado de trigo no! ¡Que no cabe tanto en mi costalito, ni muele tanto mi molinito!
Al final, la niña le dijo:
—¿Quieres entonces solo un granito?
—¡Sí, sí, un granito sí! ¡Que cabe en mi costalito, y lo muele mi molinito!
Subió entonces la hormiga y escuchó que la cabra le decía:
—Soy la cabra montesina que vive en Montepelao, si te pasas de la raya te comeré de un «bocao».
La hormiga, que era muy valiente aunque fuera tan pequeña, pudo cruzar la raya sin ser vista, subió por la pata de la cabra y empezó a hacerle cosquillas. La cabra empezó a saltar y a reír hasta que, al final, reventó de la risa y pudieron salir de su barriga la hermana mayor, la hermana mediana, la madre y el soldado.
La hormiguita cogió su grano de trigo y se fue muy contenta a su hormiguero.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado
ELECCIÓN DEL CUENTO
Haciendo memoria para terminar esta actividad con otro cuento de mi niñez, me he acordado de este titulado La cabra montesina, o la cabra montesa como lo recuerdo yo. Creo que no es un cuento muy conocido pero el recuerdo que tengo yo de él es tan claro como si me lo hubiesen contado esta misma mañanapero no, la primera vez que me lo contaron fue en el colegio cuando yo tenía apenas 4 años. Por eso me ha parecido un cuento muy apropiado, porque a mi me marcó y creo que puede marcar a muchos niños y hacer que se convierta en uno de sus cuentos favoritos.

CONCLUSIÓN
Esta actividad me ha hecho ver la dificultad a la hora de elegir un texto para un grupo de niños según su edad ya que son muchas las características que influyen para poder poder escogerlo correctamente 

BIBLIOGRAFÍA
-        I. Labajo. Literatura Infantil



1 comentario:

  1. No has trabajado los aspectos que se solicitan: argumentación de la edad (la dices, pero no la argumentas con aspectos evolutivos, solo con tus creencias), contexto de la narración, simbolismo, cambios/no cambios y trabajo dialógico.

    Las páginas de las que has extraído los textos no son fiables.

    ResponderEliminar